Lo primero que olvidé es el color de tus ojos, y cómo se arrugaban para tratar de escudriñar algo de dentro de mí. Nunca conseguías nada. A los días dejé de sentir tu aliento sobre mi mano, mi brazo que recogía tu postura inocente sobre la cama de tus padres, […]
Categoría: Bajo llave
La ansiedad del camaleón
En ocasiones un desamor me contenta. Explora partes de mí hasta entonces oscuras y me explota una nueva libertad que intrínseca, había permanecido escondida y oscura. A veces, cuando se me rompe una arteria, rompo a llorar en tinta y me elevo por encima de las sociedades. A veces, esa […]
Fue bonito no hacer el amor
Alegórico, fruto del intento de contar lo inenarrable, de poner en palabras la complejidad de las sensaciones. Lacónico, una huida contra el rompeolas donde se destroza la rutina, se para el reloj y tus labios parecen abrirse para devorarme. Ringlero, esquemático y preparado para contar cómo empezó todo y terminar […]
Brindar por la Rua das Flores de Santa Cruz
Hablemos de Pisco. Provincia y ciudad peruana, a orillas del mar peruano. También rúbrica de tradicional trago del imperio incaico. Trago, por cierto, peruano y no chileno, se diga lo que se diga. Y es importante reconocerlo como tal, para dar fuerza a que prevalezca lo genuino y lo auténtico. Pisco, mal […]
Al solsticio de invierno
La tarde era pesada, de rojos y azules que serpenteaban la celeste hasta el horizonte, envolviendo nuestras cabezas. Nos reíamos y nos callábamos, instantes de comprensión. Nuestros pies sobre la tierra seca de la época estival, un paso atrás para ver mejor el cuadro, el escenario bucólico, campo ensombreciendo el […]
Arte diabólica es, apostillar del revés
O no. Los viernes a estas horas, suelo ir en bote. Me refiero a que bebo de forma descontrolada hasta que se me pone cara de rata. Sí, tomo entre cien y doscientas copas todos los meses (exactamente). Porque yo así lo quiero, y así elijo vivir. Tengo, de esta […]
Porque sí, porque hablo de amor
O al menos de la clase de amor que tus tiernos abuelos nunca entenderían. Octogenarios presas del desengaño de lo que se puede admirar sin querer, de lo que se puede querer sin tocar. De lo que se puede tocar sin ser amado. Son otros tiempos y los buenos no […]